miércoles, 3 de abril de 2013

Valoraciones de la última comp (I)

Hacía tiempo que no me pasaba por mi blog de ficción interactiva, pero como ha habido novedades importantes voy a retomarlo para hablar de dichas novedades, y más adelante ya hablaré de otras hierbas. Pero ahora hablemos del mileniarismo, que ha llegado ya.

Como muchos no sabrán, hace pocos días terminó el plazo para presentar obras a La Última Comp, un concurso para crear historias interactivas basadas en el fin del mundo, aunque como lo organizaba el CAAD tenía otra fórmula de venta y por tanto era "una comp de aventuras conversacionales", que le queda mucho más claro a todo el mundo. ¿Porqué aventuras? ¿qué quieres decir con comp? ¿conversacionales es que tienen que ser habladas? preguntará cualquier persona ajena al mundillo. Si no has sabido responder a las tres anteriores preguntas te recomiendo que no sigas leyendo éste artículo, total, tampoco me voy a poner ahora a escribir un glosario ni tú a aprender sobre cosas del pasado.

Si sabes de sobra qué significa "aventura conversacional", y estás al tanto de que en el mundillo aventurero se organizan comps cada cierto tiempo, tampoco es aconsejable que sigas leyendo, porque no voy a ser amable ni benévolo con la "comp", así que puedes tomar rumbo a otros prados. Para los valientes, aquí van mis valoraciones. Empecemos con lo obvio: la comp ha sido un rotundo fracaso. Podemos seguir con las primeras valoraciones sobre los participantes que ha arrojado el propio organizador en el foro del CAAD: "Todos ellos son considerados ganadores y participarán en el saqueo... al menos si me mandan su dirección real, que varios no lo han hecho." Lo del saqueo lo dice porque había premios, que aunque no eran en metálico, no dejaban de ser jugosos y apetecibles.

Si nos ponemos en antecedentes, la cosa aún és más grave. La gracia consistía en hacer los juegos para finales del 2012, cuando se suponía que se iba a acabar el mundo. Como los autores pedían más plazo el bienintencionado organizador fue dando más días de plazo hasta alcanzar el trimestre completo. El resultado han sido estas cuatro obras que voy a tratar de ir valorando a lo largo de los días. Por el momento vamos a empezar por la más cortita: La explosión fulminante.

La explosión fulminante

El nombre ya lo auguraba: hizo petar al intérprete como si de una explosión fulminante se tratase. Supongo que no será una broma del autor, parece que otros afortunados han tenido la suerte de poder jugar. No es mi caso; los Macs no están hechos para estas modernidades.

Sigamos con La no invasión, una aventura donde empezamos en el retrete, que es uno de los lugares comunes más comunes en aventuras conversacionales. El otro lugar común sería empezar con amnesia, o tal vez en mitad de un bosque. Pero aquí comenzamos cagando. Bien.

La no invasión

Como bien podréis ver en la imagen, estoy en mi letrina preferida y al mirar por la ventana contemplo la destrucción, y me urge salir de la letrina para no morir de un rayazo azul. El juego me invita a ello: "¡Tengo que salir de aquí!". Lo lógico sería, si el juego tuviera una dificultad gradual (esas cosas que enseñan ahora en los cursos de aprender a programar videojuegos) que si yo pongo "salir", el juego me dijera sí, que vale, pero que tengo que ser más específico y me preguntaría cómo exactamente tengo que salir. Pero no, vamos un paso más allá. Me dice que "no estás en ningún sitio del que debas salir". Ahí está. Juega con mi mente...

La no invasión, la no interacción.
Es en este momento que mi mente se ilumina y piensa: tengo que escribir esto en mi blog, tengo que hacerle saber al mundo porqué la ficción interactiva en español no triunfa ni entre sus adeptos. Es ahora que comienzo a tomar pantallazos de los juegos presentados y a escribir esta encendida crítica. Estamos en la enésima de la enésima de la millonésima vez que alguien se olvida de programar una salida lógica a la orden "salir" del jugador cuando éste se encuentra atrapado en una localidad. Sí, yo también he cometido este error varias veces en mis juegos, pero no está de más decirlo: basta ya. En serio, basta ya. Dejo esta aventura para seguir probando las otras, la retomaré cuando se me baje el calentón.

Llega el momento de hablar de la más currada, la que se nota que tiene horas de trabajo ahí detrás y que merece mi respeto solo por eso. Aunque claro, nada más empezar me sale esto:

El karma de la cepa
Una imagen que como portada no me parece mal, tiene un atractivo diseño de fondo basado en bocetos a lápiz del autor, un detalle interesante que denota un trabajo manual y artístico... pero claro, una vez visto, le doy al Enter, le doy otra vez, esto no tira, esto no cambia... ains. Menos mal que uno es perro viejo y en cuanto he visto que había ahí una barra lateral haciendo el loco he ampliado la ventana y entonces sí, he visto el horror, el horror...

El karma de la cepa, o cómo acumular dioptrías en unos segundos
¿Pues no va el simpático autor y pone una tipografía fina y segura de colorines sobre un fondo naranja casi fluoresencente? ¡Tócate los cojones! ¿En serio quieres que me tire varias horas leyendo un texto con semejantes características? Supongo que sí, para eso somos aventureros. Incluso para ganar dioptrías y aumentar la miopía si con ello conseguimos pasarnos el primer gran puzzle que nos ofrece el juego: tocar la pantalla multitáctil de un móvil. Espero, ¿he dicho pantalla? ¿qué pantalla?

El karma de la cepa, no conoces tal hechizo
En efecto, ahí no hay ninguna pantalla, es multitáctil, pero no pantalla. ¡Ah! También tienes ahí un lector electrónico... ¿quieres leer? ¿leer el lector? ¿acaso encender el lector? ¡Sí, diablos! ¡Quiero usarlo! Pues lo siento: "no conoces tal hechizo". ¿Acojona, verdad? Como soy perro viejo y curtido en mil batallas, sé que tal respuesta se debe a que el autor del párser ha implementado por defecto que tras el verbo "usar", si éste no se ha programado debidamente por el autor del juego, ponga "no conoces tal hechizo". ¿Y porqué ésa frase y no un "parece que eso no va a funcionar así"? Pues porque el autor del párser es un entusiasta de las aventuras de dragones y mazmorras, espadas, tesoros, orcos y pónme allí un mago, pardiez, que ni el Amadís podrá vencer sin usar hechizos. Cositas. La dejo para más adelante, promete el juego, pero aprecio lo que me queda de vista, así que...

Llegamos por fin a la última de las aventuras presentadas. Se juega a través del navegador, por lo que, amigo lector, ¡ésta sí puedes jugarla! sí, amigo. No necesitas nada, solo dale aquí y ponte a jugar, porque es del rollo "elige tu propia aventura", ya tu sabes, eliges una opción y te lleva a otro lado, y así sucesivamente hasta llegar a un final. La cosa es que está bien escrita y tiene una buena trama.

21.12

Ni que decir tiene que ésta es mi favorita. Puedes empezar a jugar con un click, de inmediato te mete en una sugerente trama y no tiene salidas de tono (por lo poco que llevo jugado) como las otras dos. ¡Claro, como que no es una aventura conversacional, es más fácil programar un librojuego! Pues sí, amigos, esto es así: resulta más fácil programar una de éstas porque no tienes que pensar una respuesta para cualquier cosa que quiera probar el jugador, porque los hay muy jodidos que quieren hacer cosas sólo para joder al párser, como por ejemplo tratar de salir de una letrina poniendo "salir" o tratar de tocar una pantalla multitáctil poniendo "tocar pantalla". Lo dicho, unos cabrones.

En fin, que la aventura conversacional ha muerto gracias a sus autores. Quedan vivas aún antiguas glorias, juegos bien trabajados por viejos y curtidos aventureros de pro, algunos apasionantes, otros misteriosos, incluso legendarios. Recuerdo vívidamente la visita al Archipiélago, de Depresiv, una de mis favoritas. También las pequeñas joyas que hacía Incanus, en sus buenos tiempos, como El Protector o Afuera; o los juegos de texto de Jarel, casi perfectos, difíciles y bellos. 

Pero estamos en abril de 2013 y lo que hoy nos ha traido La Última Comp es la constatación de un género que muerto y que no va a resucitar. Los mejores autores brillan por su ausencia y las nuevas generaciones no se toman el tiempo necesario para pulir sus obras. Todos estamos muy ocupados, los unos para crear, los otros para jugar lo creado. Para los que han venido aquí por el texto, como yo, estas cuatro obras son, excepto la última, un erial. Estoy seguro de que guardan puzzles trabajados y algún que otro destello de genialidad, no lo dudo. Pero el precio a pagar hasta llegar a ellos es demasiado alto y no lo puedo asumir. No puedo esperar a encontrar la palabra exacta, a estas alturas, y dedicar los preciosos minutos de mi vida a pelear contra un juego mal programado, por muy épico que sea el final y por muy buena que sea su historia. Me he vuelto demasiado exigente con la calidad de lo que leo como para dedicarle horas a algo que, además de no tener una calidad excelente, ni siquiera se deja jugar. 

En fin, esta es la primera parte de la valoración, cuando avance algo más con las aventuras presentadas escribiré una segunda parte. Por el momento lo dejo aquí, después de todo he sido duro y hay que aceptar que los autores han hecho lo que han podido, y eso hay que reconocerlo. Mis disculpas, chicos. Esto no pretende ser un ataque a los autores, sino más bien un ataque contra todo un género y una afición que no ha sabido reinventarse ni adaptarse, ni tampoco tiene intención de hacerlo: el CAAD. Ahí está "La Última Comp". Ahí están vuestros frutos.







4 comentarios:

  1. No reconozco el intérprete, ¿me lo dices para que se lo diga al autor por si lo puede arreglar más adelante?

    De todas formas le paso este enlace para que ver si puede hacer algo el propio autor.

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  2. La verdad es que los libro-juegos nunca han acabado de engancharme, y cada vez estoy más convencido de que es un género radicalmente distinto a las aventuras conversacioneles. La otras, por lo que dices, no tienen muy buena pinta, pero bueno les echaré un ojo en cuanto tenga un ordenador decente a mano (ahora estoy con un mini-portatil de estos de Windows 7 starter y ni sé si puedo instalar aquí el intérprete inform)

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  3. De momento comparto totalmente esas primeras impresiones. Yo "La explosión fulminante" he llegado a arrancarla, pero no he encontrado ganas para seguir con ella después de unos escasos dos minutos. He visto un par de pistas en el foro sobre cómo superar el primer atasco, así que tal vez le dé otra oportunidad, pero por ahora me parece la más floja de las cuatro obras del concurso (es decir, que no te has perdido nada). Y si, "21.12" es también mi favorita. Me ha gustado más aún que otros libro-juegos que han aparecido esporádicamente por el CAAD.

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  4. Hola chicos, finalmente sí he podido jugar a "La explosión fulminante". Por lo que llevo jugado no creo que gane los Premios Hispanos, caso de celebrarse.
    Johan, si el autor quiere arreglar algo, podría arreglar también las faltas de ortografía.
    Pseldon, si un ordenador equipado con Windows 7 no te deja instalarte el Frotz es que Microsoft está peor de lo que pensaba.
    J. Francisco, coincido contigo. De hecho la estoy dejando para el final, para que me quede buen sabor de boca. Lo único bueno de jugar a las otras tres es que estoy retomando el hábito de jugar aventuras conversacionales, aunque tengan sordera.
    Gracias por leerme muchachos!

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